- Poner las pasas en remojo con agua tibia. Cocer las espinacas en agua con sal (no hace falta descongelar previamente) durante unos minutos y dejar escurrir bastante bien (incluso apretándolas con un tenedor) para que suelten todo el agua.
- En un sartén poner las dos cucharadas de aceite y rehogar las espinacas con las pasas. Colocar las espinacas en una fuente resistente al horno, previamente engrasada para evitar que se pegue la verdura.
- Echar encima los dos huevos enteros, esparcir los quesitos troceados y salar al gusto. Introducir en el horno precalentado a 200º C hasta que las claras estén cuajadas, pero sin dejar que las yemas se endurezcan. Sacar inmediatamente para evitar que se reseque y servir caliente.
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