Croquetas de espinacas y piñones


Croquetas de espinacas y piñones


Una vez más intentamos luchar contra la aversión inicial y casi común de los niños a comer verduras. Y una vez más os recordamos las reglas básicas para conseguirlo: disfrazarlas un poco mezclándolas con sabores o preparaciones de su agrado, utilizar la regla de las 10 veces (un niño debe probar un alimento nuevo 10 veces antes de que lo tolere), yjugar con los niños por ejemplo poniéndoles nombres a las verduras… Sí, sí, no os riáis, hace poco se hizo un estudio en el que se demostraba que los niños se comían mejor las verduras cuando les ponías nombres como “el tomate galáctico”…
En este caso, ¿qué os parece “las croquetas extraterrestres”?… Lo que sea con tal de que se lo coman ¿verdad?…
Croquetas de espinacas y piñones
Ingredientes:
  • Una bolsa con 300 gr de espinacas crudas. El peso cocidas y escurridas es de unos 230 gr. También podríamos usar espinacas congeladas pero cuenta el peso final
  • 150 gr de cebolla
  • 1 ajo
  • 50 gr de piñones
  • 350 ml de leche. Se puede usar leche de soja
  • 60 gr de harina, unas 6 cucharadas
  • Sal, pimienta y nuez moscada
  • 2 huevos batidos y pan rallado para rebozar las croquetas.
Preparación:
Picamos la cebolla y el ajo muy finito y los ponemos a pochar en una sartén grande con el fondo cubierto de aceite hasta que queden transparentes. Salamos.
Simultáneamente hervimos las espinacas troceadas unos 5 minutos en agua hirviendo, o en una cazuela con solo 3 vasos de agua hasta que vayan reduciéndose de tamaño. Escurrimos bien.
Echamos las espinacas ya cocidas a la sartén con la cebolla pochada y unos minutos después los piñones enteros para que las croquetas queden más crujientes. Seguidamente añadimos la harina y removemos unos minutos hasta que esté bien mezclado.
Vertemos la leche poco a poco removiendo y espolvoreamos con pimienta y nuez moscada al gusto. Poco a poco se irá endureciendo la masa y cuando parezca que se nos va a pegar a la sartén es señal de que ya está hecha.
Dejamos enfriar para poder manejar mejor la masa. Cogemos la cantidad de una cuchara de la masa, damos forma con la mano y rebozamos en huevo batido primero y en pan rallado después.
Hay quien utiliza un triple rebozado para conseguir una capa exterior más compacta y crujiente:
harina, huevo y pan rallado
pan rallado, huevo y pan rallado de nuevo
Freímos las croquetas en una sartén con aceite caliente y al sacarlas las colocamos en una bandeja con papel absorbente para que “chupe” el exceso de aceite.
¿A que son sencillas? Y sin duda una forma estupenda de que los niños coman verduras sin protestar
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