De primero: Atadillo de espárragos trigueros con jamón

Ingredientes: 6 espárragos trigueros por persona, cebollino o ramitas de perejil, 1 loncha fina de jamón serrano (o ibérico) por atadillo, aceite de oliva virgen extra y sal.

Elaboración: Pelar bien los espárragos y limpiar con agua. Cuando estén bien escurridos, se pasan vuelta y vuelta por la sartén con un poco de aceite. Los retiramos y echamos por encima un poco de sal gruesa. Tras dejar que se enfríen un poco para no quemarnos, los envolvemos de dos en dos en la loncha fina de jamón y lo atamos con el cebollino o una ramita de perejil.

Cuando tengamos todos los atadillos preparados, echamos una gota de aceite en la sartén que hemos usado antes pasamos los atadillos hasta que queden dorados. Se sacan y ya están listos para comer como plato individual o como guarnición. ¡Muchas veces lo más rico es lo más sencillo!


De segundo: Cola de rape rellena al limón

Ingredientes: 1 cola de rape sin espinas, 12 lonchas de jamón serrano, 12 lonchas de beicon, 2 tomates 2 calabacines, 1 limón, tomillo, 2 anises estrellados, aceite de oliva, sal y pimienta negra.

Elaboración: Se cortan los calabacines en tiritas y se cuecen 5 minutos, se escurren y se refrescan. Lavar los tomates y escaldarlos en agua hirviendo, retirarles toda la piel, y trocearlos en dados pequeños y añadirles un poco de sal. Aparte, se corta el beicon en láminas y se trocea el tomillo, se pela el limón y se corta en rodajas.

Se pone la cola de rape en una bandeja apta para el horno y se rellena con el calabacín, el tomate, el limón, el beicon y el tomillo. Finalmente, se ponen por encima del rape las lonchas de jamón, se rocía con un poco de aceite de oliva, se añade sal y pimienta, los anises estrellados y el tomillo y se hornea durante 20 minutos a temperatura media-alta. Retira del horno, ¡y a comer!


De postre: Helado de manzana y canela

Ingredientes: 2 manzanas (mejor verdes o Golden), 4 cucharaditas de miel, 1/2 l. de leche, canela en polvo.

Elaboración: Pelar las manzanas y quitarles el corazón. Después, triturarlas con la batidora, mientras vamos añadiendo poco a poco la miel, un poco de canela en polvo y la leche.

Poner la mezcla en un recipiente de plástico y meter en el congelador. Ir removiendo la mezcla de vez en cuando para que no se cree escarcha, y el helado irá cogiendo textura. Tú misma verás cuando está en su punto. A la hora de servir, retira el helado del congelador unos 10 minutos antes para que esté cremoso. Haz un par de bolas con una cuchara y sirve en una copa espolvoreando canela y deorado con unos gajos de manzana. ¡Un postre barato, de temporada y riquísimo!

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